viernes, 25 de febrero de 2011

Nostalgia de la luz




Todos nos hemos tumbado alguna vez bajo las estrellas, y la sensación siempre es la misma: No somos nada en la inmensidad del universo. Aquí abajo parece que todo lo que hagamos o dejemos de hacer es lo que guía el universo, pero lo cierto es que ni siquiera el planeta se percata de nuestra presencia.

Para tener esta sensación no tenemos que ir tan lejos, ni ser unos expertos en la vida entre las estrellas. Con cruzar el charco y aterrizar en Chile tenemos suficiente para conocer en nuestra propia piel lo poco que somos, incluso, en este inmenso planeta.
El desierto de Atacama es un paisaje lunar inmenso, además de espectacular. Un paraje inhóspito en el que unas pocas mujeres, laya en mano, buscan a sus seres queridos. Gente desaparecidas durante durante el Régimen militar (1973-1990). Cuerpos abandonados en el desierto como si de simples trozos de carne se tratase.

La forma en la que Patricio Guzmán trabaja un tema tan escabroso como el de la búsqueda, durante más de 28 años, de los seres queridos de apenas un puñado de mujeres, es espectacular. Además de esto, la forma en la que une este tema con la astronomía, haciendo siempre uso de su voz como narrador, es fabulosa. Y no existe, creo yo, mejor comparación para que la gente de a pie entienda el esfuerzo que supone a estas mujeres encontrar un cuerpo en semejante terreno como el de comparar su trabajo sobre las arenas del desierto al de la búsqueda de una simple estrella en el interminable universo.

martes, 8 de febrero de 2011

También la lluvia

Una historia realmente emocionante. "También la lluvia" es una gran película en todo sus aspectos, desde el guión, pasando por la producción hasta el resultado final. 
Todo empieza como un film normal y corriente hasta que llega el final de la primera escena con la espectacular imagen de la cruz sobre volando el pueblo. En ese preciso momento te introduces hasta lo más profundo de la historia, es inevitable hacerlo. Pero las imágenes impresionantes no terminan aquí, esto sólo es el principio.
La historia es de por sí muy buena. Una crítica muy elegante a la situación de las sociedad del sur de américa, que aún en el siglo XXI sigue sufriendo la opresión,  más o menos fuerte, de los países occidentales. La idea de que en esa situción de lucha por la supervivencia se simule el rodaje de una película sobre  la conquista española es realmente acertada. Contar de esta forma lo que sucede ahora consigue que empatices mucho más con los indígenas, ya que lo que vivieron hace siglos sigue ocurriendo aún hoy, cuando se supone que el mundo ha avanzado. Hay que decir que la película tiene muchos detalles enc uanto a fotografía que recuerdan mucho a  "La misión", donde la espectacularidad de la imagen, y sobre todo los paisajes, cautivan al espectador introduciéndolo de manera brutal en la historia.
Los actores por su parte hacen un trabajo maravilloso. Gracias a ellos conseguimos creernos lo que se nos muestra. La forma en la que actúan, sobre todo la familia de Daniel, el protagonista, su hija y la esposa, es tan natural que hace que se sumerjas en la historia casi como si se tratase de un documental.
Por último, me siento en la obligación de felicitar a Iciar Bollain, la directora, porque esta es una de las pocas películas que, en los tiempos que corren, uno disfruta viéndola en la gran pantalla, como ya he dicho anteriormente, tanto por la historia en sí como por la espectacularidad de la imagen.