lunes, 22 de octubre de 2012

Todos tenemos un plan



Agustín (Vigo Mortensen), pediatra, casado y aparentemente con la vida resulta, parece cansado de la monotonía en la que se encuentra. Tras muchos años de separación se reencuentra con su hermano, un apicultor que vive con lo justo para poder sobrevivir. Agustín desesperado por cambiar de vida decide intercambiar su identidad por la de su hermano para escapar de la ciudad y regresas a la región donde vivió su infancia.

Al parecer la historia promete, eso nos hace creer el inicio de la película de Ana Piterbarg. Pero según avanzan los acontecimientos nos damos cuenta de que no es así. Desde un inicio se nos presentar muchos personajes con sus correspondientes historias, pero ninguna termina de arrancar ni desarrollarse. La historia que conocemos de primera mano es la relación entre Agustín y la joven de apenas 21 años, interpretada por Sofía Gala. Pero la historia que más interés podría causar y más fuerza podría tener no es esta sino cómo se desarrolla la relación entre Agustín y la que era su mujer antes del cambio de identidad.
Según se acerca el final parece que la historia comienza a coger algo de ritmo y nos empieza a enganchar, pero no es así. Se trata de una pequeña ilusión provocada por la violencia gratuita y la rabia (que por fin estalla) de Agustín. Apenas dura unos 5 minutos este reenganche con la historia, una vez pasado el ataque psicótico que sufre el protagonista todo vuelve a las andadas y parece que la película es aún más lenta que antes.

La idea base del film no está nada mal, pero no se ha sabido desarrollar de una manera correcta. Ana Piterbarg ha querido trabajar con muchas historias entrelazadas pero el trabajo se le ha quedado grande. No ha sabido unir y desarrollar cada una como debiera. Y ha escogido de todas las posibilidades que abre al inicio de la película la menos intensa. Esto acompañado de una acción pausada hace que el espectador no consiga acomodarse en su butaca.

En resumen, "Todos tenemos un plan" es lenta y pesada, no desarrolla ninguna de las historias que nos presenta por lo que no llegamos a conocer lo suficiente a ninguno de los personajes, razón por la que el espectador no consigue identificarse con ninguno y no entra en la película. Y es una pena, ya que el trabajo de los actores es bueno. Todos ellos han sabido explotar al máximo lo poco que ofrecen sus papeles.

Desde luego, esta no es una película para ver en la sesión de noche, si acaso a las seis de la tarde que ya hemos pasado la hora de la sienta y aún no tenemos ganas de meternos a la cama.

3/10

lunes, 8 de octubre de 2012

jueves, 4 de octubre de 2012

LA VIDA ES SIMPLE

Así se rodó LA VIDA ES SIMPLE.

Barcelona 2012









Localizaciones: 


Construcción del decorado. ESCAC 2012

Así construimos el decorado para rodar el proyecto final de uno de los grupos del Máster de Dirección Artística de la ESCAC. Curso 2012.