jueves, 29 de septiembre de 2011

Invictus

Gracias a este tipo de películas los amantes del cine podemos estar tranquilos. Puede que la industria cinematográfica esté en crisis pero por suerte aún sabemos que una o dos veces al año podremos disfrutar de grandes obras como Invictus. Sí, lo sé, seguro que hay películas que son mejores que esta, pero eso siempre pasará y además, para gustos los colores. Pero es innegable que el trabajo que Clint Easboot  ha hecho dirigiendo este film es majestuoso.
Gracias a la adaptación que realizó el guionista Anthony Peckham del libro "Playing the enemy" de John Carlin hemos podido disfrutar de una película de las que da gusto ver.
Quizá los 134 minutos que dura se hagan un poco pesados en algún que otro momento, pero gracias al trabajo que realizan tanto Morgan Freeman (Nelson Mandela) como Matt Damon (Jacobus FranÇois Pienaar) esos momentos se quedan en el olvido.

(SPOILER)

Durante toda la película no hay ni una sola escena en la que no haya alguna referencia histórica y cultural maravillosamente insertada. Referencias muy visuales que nos muestran cómo era la realidad de Sudáfrica en aquellos años y de cómo poco a poco los dos "bandos", los blancos y los negros, se fueron fusionando. Muestra de ello es la imagen inicial en la que vemos a un grupo de refinados niños blancos entrenando a Rugby en un campo perfectamente cuidado, y al otro lado de la carretera detrás de una valla a medio caer y un campo de barro seco, un grupo de niños negros juegado a fútbol con un balón destrozado. 

Según avanza al historia distinguimos tres subtramas. La primera, la relación entre Jacobus y su padre, al que no le gusta lo más mínimo que Nelson haya llegado a la presidencia. La segunda, los problemas familiares de Nelson Mandela con sus hijos y sus problemas de salud. Y por último la relación entre los guardaespaldas de raza negra y blanca que velan por la seguridad del presidente sudafricano.
Estas tres subtramas tienen la presencia justa y necesaria en la película. Puede que a algunos les parezca escasa la aparición de la hija de Mandela y vea necesario que hubiésemos visto a la esposa. Si esto hubiese sido así la fuerza dramática que aporta el hecho de que nosotras tampoco veamos apenas a la hija y no seamos capaces de poner cara a la mujer,  se perdería por completo. Gracias a que esto es así podemos ponernos en la piel del propio Nelson Mandela y saber mejor cómo se sentía ya que ni siquiera nosotros hemos podido conocer eso que el tanto añoraba. 

Por último quisiera recalcar el trabajo de uno de los niños de color que participan en el film. No aparece mas que dos veces durante todo el largo pero sólo con esas dos pinceladas son capaces de enseñarnos cómo cambió la visión de los sudafricanos autóctonos hacia los blancos y su cultura.
La primera vez que vemos al niño, antes de llegar a la mitad de la película, es cuando una señora blanca le regala con toda su ilusión, y diciéndole lo afortunado que es, una camiseta de los Springboks. El niño lo mira con tal desprecio que se va sin aceptar el regalo porque sabe que si sus amigos le ven con esa camiseta le pegarán.  La siguiente vez que le vemos es durante el partido final donde el chico se acerca disimuladamente a un coche de policía para poder escuchar el partido por la radio y celebra la victoria como si de un auténtico fanático del rugby se tratara.

En definitiva Invictus es una gran película digna de ser vista en las mejores salas de cine, tal y como los demuestran las dos nominaciones a los Oscar que recibieron los actores principales y las 3 nominaciones a los Globos de Oro al director y, una vez más, a los dos actores principales.

8/10

domingo, 11 de septiembre de 2011

Super 8





Un grupo de niños se encuentra por accidente con un ser extraterrestre. No sé muy bien de qué pero... esto me suena. ¡A sí! E.T.

¿Entretenida? Sí, eso no lo voy a negar, pero la sensación con la que uno sale después de ver los 112 minutos de película es de haber visto una mala copia de E.T. Una versión moderna adaptada a las nuevas generaciones.
La estética de la película está muy bien. Muy lograda y que tal y como el J.J Abrams y Spielberg quería, ha conseguido trasladarnos a la magia del cine de los 80.

Pero el argumento... ese es otro tema. La trama principal hace que toda la magia que pudiese tener el film se derrumbe para aquellos que hemos crecido viendo a E.T. Para los niños de ahora puede que se convierta en la nueva película de culto sobre extraterrestres, pero la verdad, lo dudo. 
El comienzo del film es maravilloso y realmente atractivo con la historia de los niños aficionado al cine y a los zombies. Algo que seguramente a muchos de los fanáticos de la ciencia ficción nos ha pasado alguna vez y por lo que nos sentimos muy identificados. Pero esa es la mejor historia de toda la película. La trama principal del extraterrestre que lo arrasa todo y que luego resulta ser un pobre animal enfadado pero muy tierno echa por tierra lo mejor de la historia.

Super 8 ha sido, en mi caso, una enorme decepción, Spielberg y J.J. Abrams han fusionado dos métodos que les han funcionado, E.T y Lost, y han adaptad una gran película a una nueva generación a la que le gustan más los disparos y las explosiones que la inocencia de un ser que aunque su aspecto sea adorable puede resultar terrorífico.

5/10